Muchas obras de ficción policial han explorado la psicología criminal a lo largo de los años, pero aún no parecemos estar más cerca de resolver el misterio de qué lleva a un hombre a robarle a un simio (y no a cualquier hombre, sino al mismo hombre encargado de cuidarlos).
Estos casos de crímenes entre primates que han desconcertado a los filósofos durante milenios han vuelto a repetirse en el distrito de Tennoji de la ciudad de Osaka. El 2 de octubre, la policía de la prefectura de Osaka anunció el arresto de un cuidador del zoológico de 47 años por robar frutas y verduras destinadas a los chimpancés.
Durante el mes previo al arresto, la administración del Zoológico Tennoji notó que el suministro de alimentos para los chimpancés había disminuido a un ritmo inusual. Una investigación interna rastreó la desaparición hasta el sospechoso, que en ese momento trabajaba en el Departamento de Cuidado y Exhibición de Animales.
El sospechoso se encuentra actualmente bajo custodia policial, pero un portavoz del zoológico dijo: “Como la policía aún está en la etapa de investigación, no podemos revelar el motivo”. Esto llevó a los lectores de las noticias a suponer por qué lo hizo y a preguntarse qué tan buena podría ser realmente la comida para chimpancés.
“¿Reventa?”
“Esto es horrible. ¿Tan mal está la economía?”
“Si tanto le gusta, deberían mantenerlo en la jaula con los demás simios”.
“Hacer que se enfrente a la justicia de los simios”.
“Ojalá pudiera fingir que soy un simio y vivir con ellos”.
“Si los animales no comieran bien, se atacarían y se matarían entre ellos, así que probablemente allí consigan buena comida”.
“¡Esto es lo que pasa cuando siguen subiendo los precios!”
No hay suficientes detalles para hacer una buena conjetura sobre lo que pasó aquí, pero el hecho de que el precio de casi todo sigue aumentando en Japón podría muy bien sugerir que está tratando de llegar a fin de mes robando la comida de los chimpancés.
Por otra parte, si ese fuera el caso, el zoológico probablemente hubiera despedido al hombre sin informar de un robo tan insignificante a la policía, de la que es casi seguro que la historia de un tipo robando comida a los simios será recogida por los medios de comunicación. Como podemos ver en los comentarios, esta publicidad no hace más que poner de nuevo el foco en el zoológico, sobre si están pagando lo suficiente a sus empleados.
Tendremos que esperar a que haya más informes para saberlo con seguridad. Hasta entonces, supongo que los chimpancés son muy exigentes con su alimentación y solo comen sandías cuadradas o melones Yubari King que se venderían por un precio elevado en el mercado negro de productos agrícolas.