
Una reportera japonesa descubrió cómo transformar las papas frías de McDonald’s en algo mejor que los hash browns originales

Este mes, una reportera japonesa llamada Ikuna Kamezawa cambió para siempre la forma en que miramos las papas fritas frías. Y es que todos hemos estado ahí: ordenamos papas de McDonald’s, nos distraemos un poco, y cuando queremos acordarnos ya están frías y han perdido toda su magia.
Pero lo que parecía una situación perdida se convirtió en el descubrimiento culinario más ingenioso que hemos visto en mucho tiempo. En un país donde el desperdicio de alimentos es una preocupación real —Japón genera 4.72 millones de toneladas de desperdicio alimentario anualmente— esta solución llega como anillo al dedo.
La revelación que cambió todo
Todo comenzó cuando Ikuna estaba observando detenidamente un hash brown de McDonald’s. Su superficie rugosa y texturizada le recordó a algo familiar: papas fritas picadas.
“¿Y si pudiera recrear esto pero con papas frías?”, pensó.

La observación era brillante. Al examinar más de cerca el hash brown, Ikuna notó que tenía una textura que efectivamente “se parecía a papas fritas picadas”. Y así nació lo que ya muchos están llamando el “método de las papas renacidas”.
El primer intento: cuando las cosas no salen como esperas
Para sorpresa de muchos, el proceso no requiere ingredientes complicados. Solo necesitas las papas frías, papel aluminio, un poco de fécula de papa y aceite para freír. Pero como descubrió Ikuna, la teoría y la práctica son dos cosas muy diferentes.
Su plan inicial era simple: cortar las papas frías y darles forma con un molde ovalado hecho a partir del hash brown original, para después freírlas. Pero cuando cortó las papas, se encontró con el primer obstáculo.

“Después de cortar las papas, vi que parecían estar huecas debido a la pérdida de humedad y no se unían como había imaginado que lo harían”, explicó Ikuna.
Las papas frías no solo habían perdido su textura crujiente, sino también la humedad que las habría ayudado a mantenerse juntas. Era momento de improvisar.
El experimento fallido con la fécula de papa
Después de una búsqueda rápida en internet, Ikuna descubrió que la fécula de papa podía funcionar como aglutinante. Rápidamente mezcló un poco que tenía en casa con las papas cortadas, esperando que esto resolviera el problema.

“¡Pero ni siquiera esto funcionó!”, confesó la reportera.
Las papas se volvieron más pegajosas, pero aún no se mantenían unidas. Era claro que necesitaba un enfoque completamente diferente.
La solución brillante: moldear mientras friés
Ante la persistencia del problema, Ikuna decidió intentar algo arriesgado: colocar las papas directamente en el molde mientras estaba en la sartén caliente.

“Al final decidí que tendría que colocar cuidadosamente las papas en el molde mientras estaba en la sartén caliente”, explicó Ikuna.
El proceso requería precisión: primero echó un poco de aceite en la sartén, colocó el molde de papel aluminio en el centro, y después cuidadosamente fue poniendo las papas con una cuchara dentro del molde.
El momento de la verdad
Después de escuchar el chisporroteo por unos momentos, Ikuna volteó su creación. Lo que vio la sorprendió completamente.

“¡Vi que la base tenía un hermoso color dorado!”
Sorprendida de que su plan pareciera estar funcionando, Ikuna continuó friendo su creación suavemente por alrededor de cinco minutos, incluso llegando a remover el papel aluminio cuando vio que se mantenía unida.
El resultado que superó todas las expectativas
El aroma era fantástico, haciendo que se le hiciera agua la boca mientras “el olor de las papas re-fritas llenaba su cocina”. Cuando estuvo dorado por ambos lados, retiró su obra maestra de la sartén.

Al colocarla lado a lado con el hash brown original, la versión casera de Ikuna se veía cien veces más apetitosa.
Llegó el momento de la verdad: el primer bocado.

“El crujido era simplemente de otro mundo, con las papas fritas doblemente fritas exudando deliciosa oleosidad de papa a través de todo mi paladar”, describió Ikuna.
Si tuviera que describirlo en detalle, dijo que era como “comer un montón de puntas de papas fritas”, pero eso no hace justicia a lo delicioso que es. De hecho, Ikuna declaró que “fue el mejor plato de papa que he comido en mi vida”.
Los datos que hacen este hack aún más atractivo
Los números hablan por sí solos: con una orden mediana de papas de McDonald’s puedes hacer tres de estas creaciones tipo hash brown. Pero lo más impresionante es la durabilidad del resultado.

“Después de dejarlos a temperatura ambiente por cinco horas, el sabor decreció un poco, pero la textura crujiente se mantuvo”, observó Ikuna.
Esta durabilidad es particularmente significativa en un contexto donde McDonald’s produce 75 hamburguesas por segundo alrededor del mundo, pero el 5% de sus productos terminan como desperdicio diario. Doscientas mil hamburguesas son tiradas a la basura cada día en todo el mundo al final del día para mantener la experiencia de comida fresca.
¿Por qué este hack se está volviendo viral?
En un país que enfrentó una crisis de papas fritas en 2021, cuando McDonald’s Japón tuvo que racionar las papas y solo vender porciones pequeñas debido a problemas en la cadena de suministro, esta solución creativa resuena especialmente fuerte.
Más allá de ser una solución práctica para un problema cotidiano, este descubrimiento representa algo más profundo: la capacidad japonesa de encontrar innovación en los lugares más inesperados. Es una técnica que:
- Rescata comida “perdida” y reduce el desperdicio
- Produce un sabor superior al hash brown original
- Requiere solo ingredientes básicos que la mayoría ya tiene en casa
- Demuestra la filosofía japonesa de no desperdiciar nada
El mensaje final de una genio culinaria
“Tengo miedo de mis propios talentos culinarios”, confesó Ikuna después de crear esta obra maestra gastronómica, “pero definitivamente los haré de nuevo”.
Su mensaje final para los amantes de las papas fritas de todo el mundo fue directo y contundente: “Tienes. Que. Probar. Esto.”

“Después de hacerlos una vez, nunca pensarás en volver a los hash browns regulares comprados en tienda”, aseguró Ikuna.
Una vez que pruebes esta técnica japonesa, nunca más volverás a ver las papas frías de McDonald’s como una decepción. Es la prueba perfecta de que la creatividad puede transformar hasta la situación más desesperante en una oportunidad dorada.
Como dice Ikuna: “Solo demuestra que incluso cuando tus papas se enfrían, siempre hay un lado positivo—solo que en este caso, el lado positivo es un borde de papel aluminio que transformará una mala situación en una oportunidad dorada”.